martes, 10 de junio de 2008

MARIELOS MONZON
El Materialismo Dialéctico e Histórico tiene el recuerdo de las masacres en que participaron los kaibiles, miembros del genocidio a nombre de sus generales que aún no han sido juzgados. Un testimonio mas de la jóven periodista que ha encontrado uno mas en la lista de los caídos.
Los que siguen son solo algunos de los nombres de las víctimas del genocidio en Guatemala, colocados en una gigantesca manta —hecha sobre un lienzo típico por sus familiares— para honrar su memoria. Muchos de los cuerpos no han sido recuperados; la justicia no ha llegado y los responsables del terror se empeñan en que la verdad siga oculta.
Como un tributo, sus nombres fueron leídos —uno por uno— en el marco de la exhibición “Los Desaparecidos”, en el espacio creado por la pintora Patricia Mariaca titulado “No Lugar”, para recordarnos que en nuestro país hubo genocidio y quienes lo
cometieron continúan impunes. “El poder de la palabra es el que devuelve, por un instante, a los dueños y dueñas de esos nombres, al frágil espacio de los vivos”, explica la artista.
“José Roberto Recinos: corría sangre en mi pueblito por soldados del gobierno, el 14 de marzo de 1982; Cuarto Pueblo, Ixcán, Quiché. Domingo Muy Ayú: señor estudiante universitario, ¿sabe usted mi historia? Entonces reflexione; masacrado en Cuarto Pueblo el 14 de marzo de 1982. Estamos muy tristes, fuimos quemados en la iglesia, somos personas inocentes, luchadoras por la vida; 14 de marzo de 1982; Ixcán, Quiché. Martín Ramírez: mis huesos tirados en el centro de mi pueblo, lástima mis huesos; Cuarto Pueblo, Ixcán, Quiché. Tomás Sebastián: los niños nos preguntamos ¿por qué fuimos masacrados el 30 de marzo de 1982 en Xalval, Ixcán, Quiché? Diego Raymundo Rivera, edad 10 años, masacrado el mes de julio de 1982 por los soldados, en la aldea Vijolam. Francisco Cortés: fui secuestrado, pobre mi cuerpo, se acabó sin compasión el 12 de febrero de 1982; Xalval, Ixcán, Quiché.
Francisco Vargas: corría sangre debajo de mis hermanos, con gritos tristes el 14 de marzo de 1982; Cuarto Pueblo, Ixcán, Quiché. Josefa Ramírez: con gritos por torturas, así se acabó mi vida; 14 de marzo de 1982. Petrona Ramírez: solo lágrimas, terror y quemados por soldados del terror; así se acabó mi vida el 30 de marzo de 1982. Eduardo Silvestre Lucas: mi llanto fue derramado por torturas y fusilado en Xalval el 30 de marzo de 1982. Valentín Recinos: qué triste terminó mi vida el 14 de marzo de 1982; Cuarto Pueblo, Ixcán, Quiché. Baltasar Ramírez: si lucha por la justicia, recuérdeme en su lucha, qué dolor por las torturas, Ixcán, Quiché, 1982.
Catarina Córdova Raymundo, desaparecida a la par de Las Guacamayas, 25 de junio de 1982. Jorge Camposeco: estamos muy tristes, fuimos quemados con nuestra vivienda el 14 de marzo de 1982. Agustina Jacinto: con gritos en la boca del cañón, así terminó mi vida. Alonso Ramírez: señor universitario, si lucha por su pueblo, no me olvide en su corazón, soy un campesino masacrado. Bartolomé Tomaz: cantidades de huesos humanos puro tizón; así terminó mi vida el 30 de marzo de 1982, en Xalval. Catalina Recinos: violada y fusilada, así mero terminó mi vida. Marcos Ramírez Pérez, detenido desaparecido. Martina de Jesús Morales Samayoa, de ocho meses de embarazo, masacrada el 15 de febrero de 1982, en Santa María Tzejá. Juana Vargas: los masacrados decimos ¡qué dolor por las torturas!; Cuarto Pueblo, Ixcán, Quiché. Irma Yolanda Pérez Morales, de 4 años de edad, masacrada el 15 de febrero de 1982 en Santa María Tzejá (…)”.
¿Cuánto tiempo más habrá que esperar para encontrar justicia en los procesos por genocidio? ¿Hasta cuándo los temas superfluos seguirán ocupando nuestra atención, en detrimento de los verdaderamente importantes? ¿Cuándo aprenderemos que sin memoria y verdad estamos condenados a repetir la historia?

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